jueves, 13 de agosto de 2009

América del Sur en la encrucijada del siglo XXI.


Superpoblación, recursos y amenazas para la región.

por Sebastián Casco*


1. Cuestiones demográficas generales.

El despuntar del siglo XXI encontró al planeta tierra con una población mundial estimada en los 6.000 millones de seres humanos. Cifra, que si bien lanzada al aire mucho no nos dice, impresiona al compararla con los 1.600 millones de comienzos de siglo XX, y sin duda da qué pensar al medirse con los escasos 500 millones del siglo XVI. Pasándolo en blanco, esto significa que la población del mundo creció un 375% en los últimos 100 años, y que en números absolutos se traduce en un aumento de 4.500 millones de personas.
La ONU, entre otros organismos internacionales de reconocido prestigio estadístico, proyecta que en apenas 16 años, la población planetaria superará los 8.000 millones, y posiblemente para mediados de siglo la cifra llegue a los 10.000 millones.

De esta serie de datos es que nos sale al cruce un inevitable interrogante: ¿Cómo se mantendrá una población mundial creciente en un mundo finito y de recursos escasos?

2. Agua y alimentos.

a- Según el World Water Symposium, en la actualidad el 20% de la población mundial (es decir 1.200 millones de personas) sufre la escasez de agua, y otros 500 millones más se aproximan de manera inmediata a la misma situación (1). Jacques Diouf, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación -FAO por sus siglas en inglés- , nos informa que para el 2025 más de dos tercios del planeta podría encontrarse en severas condiciones de escasez de agua potable (2).

b - Según la última rueda de prensa de la FAO (junio 2009), existen 1020 millones de personas en el mundo que padecen hambre crónico (3). Para el 2030, según el Banco Mundial, es probable que la cifra que se acerque a los 1800 millones de personas, principalmente si se tiene en cuenta que el problema de la escasez del agua y el alimento van de la mano: el 70% del consumo de agua actual se destina a la agricultura (habiendo inclusive países en desarrollo que llegan a destinar el 90 por 100). De esta manera, el avance progresivo de la desertificación, que a su vez se ve agravado por el cambio climático, tornará el suelo de diversas regiones áridas del planeta incultivables. Indicadores inequívocos de esto son el empobrecimiento de las capas freáticas subterraneas y la reducción de los lagos, riós y glaciares a escala global.

Por todo lo dicho, no parece difícil sostener que el siglo XXI será un siglo de intensas tensiones sociales a nivel planetario derivadas de una profunda escasez de recursos y medios para reproducir la vida humana. El número de refugiados climáticos posiblemente se dispare como nunca antes en toda la historia del hombre, y de allí que las polaridades se agudicen. Basta con pensar que del numero total de la población mundial actual (6.000 millones), sólo 1.000 millones corresponden a los países llamados desarrollados (que concentran aproximadamente el 70 % de la PBI mundial (4)), y las restantes 5/6 partes de la población mundial a los países pobres. Si se tiene en cuenta además que el crecimiento poblacional se debe a África, Medio Oriente, Asia e Iberoamérica, las proyecciones dificilmente pueden ser optimistas. Es de esperar que miles de millones de personas se desplacen de una parte del mundo a otro, o al menos intenten hacerlo.

3. Suramérica en la encrucijada mundial.

Dos noticias para América del Sur. Una buena y una mala.

La primera es que en términos generales, potencialmente la región se encuentra mejor posicionada que ninguna otra en el mundo para hacer frente a los problemas que se avisoran. Fundamentalmente, es un subcontinente escasamente poblado en un mundo superpoblado (361 millones, es decir el 6,01 % de la población mundial); segundo, es el bloque que más alimentos produce y exporta en un mundo hambriento y por último, tiene la primera reserva mundial de agua dulce: el acuífero Guaraní, calculado en unos 1.190.000 kilometros cuadrados. Además, cuenta con importantísimas reservas de petróleo (cuenca del Orinóco en Venezuela y pozos off-shore descubiertos recientemente por Brasil), gas (región andina) y, diversidad de minerales estratégicos en cantidad (Chile, Bolivia, Argentina y Brasil).

La mala noticia deriva de la buena. La concentración de riqueza y recursos naturales que la región tiene a su disposición, la transforma en una tentadora presa. Quizá sirva entonces recordar, que el siglo XXI fue inagurado con una guerra en Oriente Medio por armas bactereológicas que nunca fueron encontradas, al tiempo que el petroleo era bombeado hacía el Golfo Pérsico y de allí a los países que más demandan crudo. Blood for oil...

4. Amenazas para la región y el mapa geopolítico.

En la medida que no se profundicen los proyectos que tiendan a construir un espacio suramericano autocentrado (5) las posibilidades de hacer frente a las amenazas del futuro irán decreciendo pavorosamente. "¿Por qué?" preguntará algún desconfiado. Porque tenemos mejores probabilidades de enfrentar unidos y coordinados un desafío que nos es común, que abordarlo cada uno por su cuenta. El viejo aforismo: “de la unión nace la fuerza”, no sólo es un slogan bonito. Encarna en nuestro caso una realidad vital. La situación actual suramericana es apremiante simplemente porque habitamos un suelo que con el correr de los años, se irá tornando cada vez más codiciado por todos. En este sentido, las principales amenazas identificables que enfrenta la región son dos: la Unión Europea y los Estados Unidos (6).

a- América del Sur se encuentra sitiada por Europa. Basta tan sólo una ojeada a vuelo de pájaro de un mapa regional para corroborarlo. Se trata de un inmenso collar estratégico de enclaves franco-británicos que nos rodea: las islas Pittcairn en el oceano Pacífico, las Islas Malvinas e Islas Georgia en el Atlántico Sur, las islas Tristan de Cunha, Santa Helena y Ascensión por el este en el Atlántico, y cerrando al norte con casi una decena de islas británicas en el mar Caribe. Si se suma a esto la presencia de la colonia francesa en el continente (Guayana francesa), la isla de Clipperton en el pacífico norte, la polinesia francesa en el Pacífico sur y otras posesiones francesas menores en el Caribe sur, tenemos como resultado un círculo europeo gigante que nos envuelve.

Por lo que respecta a control del espacio y disponibilidad de recursos, los más importantes de estos enclaves europeos sin duda son las Islas Malvinas y las Georgia. Geopolíticamente, no sólo son la llave interoceanica entre el Pacífico y el Atlántico, sino que además, desde esas posesiones Gran Bretaña realiza su proyección antártica y el dominio de aguas territoriales por una extensión de más de 2 millones de kilometros cuadrados. Pesca de altísimo valor, nódulos polimetálicos y petróleo son los recursos en disputa. De allí que en Monte Agradable, en la Isla Soledad, se encuentre una de las ocho bases más grandes de la OTAN, con una capacacidad para 1500 hombres.

b- En noviembre del 2007, el Gobierno de Lula da Silva, anuncía el descubrimiento de una inmensa cuenca de petroleo offshore a 7000 metros de profundidad. Menos de 9 meses después, el gobierno de Estados Unidos anuncia que volverá a poner en circulación la IV Flota de Mar, desactivada hace 59 años en el marco del fin de la segunda guerra mundial. Los motivos que la impulsan -dicen desde el norte- es cooperar en el combate al narcotráfico, el terrorismo y promover la ayuda humanitaria. Para ello, un flota de 11 embarcaciones, entre ellos un portaaviones y un submarino nuclear, vigilará las aguas continentales (7).La flota está entrenada para operaciones en aguas azuales (oceano), verdes (litorales) y marrones (ríos internos).

En este sentido, la última novedad en lo que a defensa regional hace, es el anuncio por parte del presidente de Colombia, Alvaro Uribe, de la instalación de unas 3 bases militares norteamericanas en el oriente colombiano. Es decir, bien próximo al petroleo venezolano. Como es hoy de público conocimiento, esto último ha sido denunciado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y será el motivo de la próxima reunión de la Unasur en Bariloche. ¿Blood for...?

5. Notas finales.

Suramérica se encuentra en un punto bisagra. Se trata de una región inmensamente rica en todos los recursos que en menos de 20 años serán realmente escasos. De allí que los motivos y pretextos que sirván para justificar una injerencia extranjera en el continente se estén entretejiendo en la actualidad.

Si en Irak el recurso al que recurrieron fueron "las armas de Hussein", en Suramérica los motivos que podrán invocar son: narcotráfico (el "Plan Colombia" y las operaciones de desestabilización en el Chapáre boliviano son ejemplos claros), terrorismo islámico (la triple frontera, casualmente ubicada en el corazón del acuífero Guaraní, como refugio de celulas musulamanas extremistas), la relación de los "regímenes populistas" con los países considerados "Eje del Mal" (concretamente Irán), o una intervención militar extraregional desatada por un conflicto intra-américano (presumiblemente Colombia y algún país limítrofe). Y, si bien los argumentos que se puedan invocar son varios, además de los ya citados, de todos los posibles métodos, el políticamente más viable, seguro, económico e higíenico es el recurso más viejo y conocido en la región: la utilización de gobiernos cipayos al servicio de los intereses foraneos. En este sentido, es necesario prestarle atención a la vieja oligarquía suramericana que avanza en la actualidad por todos los flancos.
Hace 60 años, uno de los conductores políticos más grande de Suramérica, lo expuso en los siguientes términos: "El siglo XXI nos encontrará unidos o dominados" (8). Es hora de estrechar filas.



PS: "... hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez..." dice una de las celebres sentencias de la proclama insurrecional de la Junta Tuitiva de 1809 de la ciudad de La Paz. 200 años más tarde, no volvamos a permitirlo.


* Licenciado en Relaciones Internacionales (UCA), docente universitario e investigador del Instituto de Formación Política Raúl Scalabrini Ortiz.

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Notas y referencias bibliográficas
(1) Citado en: La Tierra explota, Giovanni Sartori, ed. Taurus, Argentina, 2003.
(2) Entrevista con Jacques Diouf, "Enfrentar la escasez de Agua", ver en http://www.fao.org/newsroom/es/focus/2007/1000521/index.html
(3) El informe sobre el hambre en 2009 de la FAO, conocido por sus siglas en inglés SOFI, será publicado en octubre próximo. Ver http://www.fao.org/news/story/es/item/20568/icode/.
(4) Guerra y Paz en el siglo XXI, Eric Hobsbawm, ed. Memoria Crítica, Barcelona, 2007.
(5) Hacemos referencia a la escuela de pensamiento del Centros de Estudios Estrategicos Suramericanos (CEES). Para profundizar, ver: Pensamiento de Ruptura, Alberto Buela, ed. Theoria, Buenos Aires, 2008.
(6) Analíticamente dividimos esta amenaza en dos, pero va de suyo que se trata de una sola que se articula a través de la OTAN.
(7) http://www.telesurtv.net/noticias/contexto/380/el-regreso-de-la-iv-flota-un-mensaje-de-guerra-a-america-latina/.
(8) Los años peronistas (1943-1955), Colección Nueva Historia Argentina, Tomo VIII, dirección Juan Carlos Torre, ed. Sudamericana, Buenos Aires, 2002.